La cantidad de comida que necesita un perro diariamente varía según sus necesidades nutricionales. Dependerá de su peso, condición corporal y estilo de vida, entre otros.
¿Quieres darle a tu perro una comida con otro sabor al habitual? ¡Es muy sencillo! Te recomendamos que lo hagas poco a poco. Es decir, mezcla el sabor nuevo con el suyo habitual y cada día ponle un poquito más del nuevo y menos del otro. De esta forma se irá acostumbrando y, al final... ¡le gustará tanto o más que el de siempre!
¡A tu perro le encanta la rutina! Así que te agradecerá que el lugar donde se encuentre su cuenco con agua y comida sea siempre el mismo. ¿Cómo elegirlo correctamente? Debe ser un espacio con ambiente tranquilo, donde se sienta cómodo y sin presiones y, si puede ser, separado de los cuencos de otros perros, si los hubiera.
¡No pasa nada! Puedes alimentarlos al mismo tiempo y en habitaciones separadas para mantener un entorno tranquilo y relajado.